CON TUS PROPIAS PALABRAS
La plegaria es la llave de la mañana
y la cerradura del atardecer
es la bienvenida a las luces del alba
y es la despedida al anochecer.
Ora a Dios todos los días
de forma agradecida
por las tristezas y alegrías
de una vida colorida.
Es a Dios a quien hablas
y Él espera de tu oración
con tus propias palabras
saliendo de tu corazón.
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